lunes, 7 de septiembre de 2015

Eta orain zer? (¿Y ahora que?)





El grupo Estado Islámico, ya nos ha dejado muestras de las atrocidades que son capaces de hacer con las personas, allí por donde pasan (decapitaciones, violaciones, convertir a cientos de niñas en esclavas sexuales, crucifixiones de cristianos, personas quemadas vivas, asesinatos indiscriminados de periodistas o trabajadores de ONGs, etc, etc ),  por eso, el hecho de que ahora dinamiten Palmira, o anteriormente hayan destruido los restos arqueológicos de Mosul y la ciudad milenaria de Hatra en Irak, no pasa de ser  una mera anécdota.
Gracias a ellos y al resto de grupos extremistas repartidos por esos mundos de dios que les apoyan, Europa se enfrenta a un sin fin de amenazas, a la mayor oleada de inmigrantes y a la peor crisis humanitaria desde la segunda guerra mundial. Las imágenes que nos llegan cada día de las costas italianas o griegas,  desde Macedonia, desde Calais, e incluso desde la frontera de España con Marruecos, son realmente  sobrecogedoras. Estamos ante miles de personas que no tienen nada que perder y que a lo único lo que aspiran, es a poder conservar la vida, un mundo mejor para sus hijos y un mínimo de dignidad.
Cuando me pongo delante de estas noticias, me vienen a la cabeza muchos acontecimientos que han sucedido en estos últimos años. Por poner algunos ejemplos hablaría de:  Las armas de destrucción masiva que estaban ocultas en Irak y la imagen de tres monstruos de la política como eran George Bush, Toni Blair y José María Aznar cuando toman la decisión de invadir Irak y acabar con Sadam Hussein, la guerra de Afganistán, los conflictos en el Líbano, la guerra de Siria y el intento de derrocar a Bashar al Assad, lo que ha sucedido en Libia con el derrocamiento del régimen de Gadafi, la situación del pueblo palestino y las masacres de Israel, la situación del Yemen o Tunez,  etc, etc. Visto todo esto, no puedo dejar de pensar en lo que occidente ha hecho, en lo que ha dejado hacer en algunos casos o en lo que no ha querido hacer en otros. Sin pretender ser un analista político de primer nivel, es evidente que algo se ha hecho mal y así nos va ahora.
¿Que tiene que pasar, para que Europa y el resto de países poderosos del mundo, digan que hasta aquí llegaron las aguas?   ¿Cual será la gota que desborde el vaso?
Auskalo! (vete a saber).