lunes, 23 de mayo de 2016

¿Por que lo llamamos cultura cuando es simplemente crueldad?





La tauromaquia esta revuelta otra vez. El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Castilla y León, prohibio hace unos meses la muerte del Toro de la Vega de esa forma tan salvaje, que acostumbraban en Tordesillas en base a la tradición y a la cultura. Hay voces que aplaudían esta decisión, pero que a la vez dicen: "Que no se confundan fiestas y fiestas. La salvajada del Toro de la Vega no debe de confundirse con la tauromaquia. No es lo mismo acribillar a un toro a lanzazos, que lidiarlo. Al igual que no es lo mismo la gastronomía que el canibalismo".O sea que canibalismo es a Toro de La Vega, como gastronomía es a tauromaquia. Una deducción absolutamente desafortunada. 

Los taurinos quieren que vuelvan los toros a Barcelona, mientras en muchas otras cudades ya se empiezan a plantear la necesidad de este tipo de espactáculos. En bastantes periódicos, las noticias taurinas se dan en las páginas de cultura. Allí donde se habla de música, de teatro, de libros, de pintura y escultura, de ciencias sociales, y de tantas y tantas cosas importantes, incluimos sin nada que lo justifique el mundo de los toros. 

El presunto arte de la tauromaquia, no es nada más que maltrato animal. Hay tantos intereses fundamentalmente económicos  a su alrededor, que el fin y los medios quedan plenamente justificados. Encima hay que oír a cuatro entendidos, que el toro que ha sido criado para eso, no sufre ni aunque se le pique, banderillee, se clave el estoque una o varias veces y al final se le descabelle. ¿Esto es cultura?

Me estoy acordando de aquella “tradición cultural” que hacían en un pueblo de Zamora. Manganeses de la Polvorosa se llamaba, cuando arrojaban una cabra desde el campanario de su iglesia. Afortunadamente desde el año 2000, han dejado de hacerlo y esto se ha debido fundamentalmente gracias a la presión popular  (y no es el único caso). Hay que continuar por este camino de la protesta, hasta conseguir un trato normalizado a todos los animales.
Y ahora que lo pienso: ¿Que diferencia hay entre tirar una cabra del campanario de la Giralda a matar 6 toros en la Maestranza?

miércoles, 4 de mayo de 2016

La Esclava, el presidente y un billete de 20 $.





Ella se llamaba Harriet Tubman y será la primera mujer y además de raza negra, en poner cara a un billete de 20 dólares americanos. Ella va a ocupar el lugar del expresidente Andrew Jackson (1767-1845). 

El verdadero nombre de esta mujer  era Araminta Ross, nació en 1820 y dedicó su vida a abolir la esclavitud. Ella misma, nació en una familia de esclavos y sufrió en sus carnes el maltrato y los abusos de sus señores. Harriet Tubman, que fue la abolicionista y sufragista del siglo XIX,  gracias a su valentía, logró salvar a decenas de esclavos a través de las vías subterráneas del tren, llevándoles rumbo a los estados libres de esclavitud..

El presidente Andrew Jackson, de quien nos vamos a destacar sus logros como gobernante, fue el séptimo presidente del país, y además era un esclavista. Tenía grandes plantaciones de algodón y se dice que más de 150 esclavos.

Un gran cambio, para un país como Estados Unidos a la vez que sorprendente. Previsiblemente, esta noticia no haya sido muy bien acogida en muchos estamentos y organizaciones americanas. No nos olvidemos que en la “mejor democracia del mundo”, todavía hay demasiado racismo para que decisiones cómo esta, se asuman con naturalidad. No tenemos nada más que hacernos eco de las manifestaciones de Donald Trump contra los negros, mejicanos y otros pueblos emigrantes en USA. Donal Trump que seguramente será candidato por el partido republicano a la presidencia este año 2016,  tiene desgraciadamente millones de seguidores.

La dura vida de Harriet Tubman y sus logros, tienen ahora su homenaje particular en forma de billete de 20 dólares. 
Una grán mujer, desconocida para muchos de nosotros.