EsPPeranza Aguirre, la sexagenaria.

Resulta que ser mujer y sexagenaria, parece que tiene algún privilegio en este país.
En este país, donde damos medallas al mérito policial a la Virgen Maria, ser mujer y sexagenaria y si encima has sido Presidenta de la Comunidad de Madrid y eres Presidenta del PP madrileño, te da derecho ha hacer lo que se te pase por la entrepierna.

Esperanza Aguirre, que es la persona que más ha apoyado a los cuerpos de seguridad del Estado, que es una de las personas que más ha luchado por la indivisibilidad de la nación española, que no ha condenado los crímenes del franquismo y que se ha enfrentado a pecho descubierto con vascos y catalanes, no se merece lo que le ha pasado.
 
¿Cómo se les puede ocurrir a unos simples y sencillos agentes de movilidad, que son unos "don nadie", que por tener uniforme se creen más machos de lo que realmente son, que se transforman en algo parecido al Capitán América según salen de casa:  ¿Cómo se les puede ocurrir repito, ponerle una multa a la Presidenta del PP de la Comunidad de Madrid?
Joder: ella ha parado a sacar dinero del cajero cómo lo hacem miles y miles de españoles al día. Se ha parado en el carril BUS cómo lo hace casi todo el mundo y solo durante 1 minuto.
Ellos se han aprovechado de que es una mujer, han tenido un comportamiento machista, mofándose de ella. Han jugado a la perfección el papel de "macho ibérico" y encima uniformados.
Estos imbeciles, no sabían con quien se la estaba jugando. Lo que estos agentes no saben, es que Esperanza Aguirre la sexagenaria, con todo lo que ha hecho por este país, puede permitirse el lujo de ser insolente, descarada, prepotente,   irrespetuosa, lenguaraz, chula y petulante. Ella, tiene derechos que a otros les están prohibidos.
 

A mi me impresionó el día en el que con lágrimas de cocodrilo, convocó una rueda de prensa en la que nos dijo que dejaba la primera línea de la política. Parecía que había llegado el momento del fin del mundo.

El cancer de mama que padecía, pudo ser el máximo detonante de aquella decisión. Creo que sus palabras fueron más o menos las siguientes:

"Siempre ha concebido la política como "una actividad temporal" y ha llegado el momento de dejarla por "motivos personales".

"Ahora ha llegado el momento de vivir más cerca de los míos y dedicarme a mis nietos, a mis hijos, a mi marido, a mi madre y a mis siete hermanos.

"Ustedes saben que tengo una enfermedad seria, de la que presuntamente estoy curada, pero no es eso solo. Los acontecimientos personales de mis últimos años de vida han influido. Es una decisión durísima, vivo la política con pasión".

 "La política es un trabajo que exige mucha dedicación, tiempo y esfuerzo. Tendré que  dedicarme no sé muy bien a qué. Tendré que pedir mi reincorporación como funcionaria"

Llegó a asegurar que su decisión no tenía "vuelta atrás" "Lo que en un principio creí que iba a ser un paréntesis se ha transformado en toda una vida". "Es esencial elegir el momento".

Querida Esperanza, todo aquello te duró muy poco. Mejor hubieras hecho si te hubieses retirado del todo, ahora no estaríamos en el punto donde nos encontramos. Espero que haya muchos madrileños que se hayan dado cuenta, de cómo es el personaje que les ha gobernado en los últimos tiempos.
No te han retirado ni la enfermedad ni las ganas de dedicarte a los tuyos. "Manda güevos" que vayan a ser unos simples agentes de movilidad, los que acaben con tu carrera política (eso espero).
Agur Esperanza, ondo izan!!