martes, 21 de abril de 2015

Más allá del copiloto Lubitz…







El martes de carnaval del año 2002, un avión de Iran Air, al poco de despegar de la ciudad iraní de Khorramabad, se estrello contra la cadena montañosa que rodea la ciudad, los montes Zagros. Las más de 170 personas que viajaban a bordo perecieron. Y entre ellas, había 4 compañeros de trabajo míos, cuatro amigos.

Igual que en accidente de los Alpes, la zona también era de muy complicado acceso. Los restos del avión estaban esparcidos por un área extensa y las labores de rescate, se tuvieron que realizar en unas condiciones lamentables. Los pocos medios del gobierno de Irán, la escasa preparación de los equipos de rescate a pesar de su enorme voluntad en el trabajo, los montes nevados, etc, nos supusieron muchísimas dificultades. Después de semanas de intenso trabajo, solo conseguimos traer a Euskadi los restos de uno de nuestros amigos. Los otros tres, descansan en algún lugar recóndito, a los pies de las nieves perpetuas de los Zagros.

Lo que va a ocurrir a partir de ahora con el accidente de los Alpes, va mucho más allá de todo el dramatismo que rodea al suceso y de las terribles circunstancias en las que se ha producido.  Pasado el primer impacto, después de todos los actos de condolencia, postureos de las autoridades, entrevistas en los medios, etc, la noticia se va poco a poco diluyendo. Los políticos se alejan (tienen compromisos más importantes), estamos en época electoral y no se admiten despistes. La prensa trabaja la actualidad, e inevitablemente se van produciendo noticias que relegan el accidente a un segundo plano. La vida continúa y la soledad de las familias se hará cada vez más evidente.  

La historia no terminara con la identificación de las victimas y la entrega de los restos a las familias, porque les esperan semanas, meses y quizás años de angustia, zozobra y desesperación y sin poder cerrar el duelo convenientemente. Ahora vendrá el asunto de los seguros y las indemnizaciones y eso va a ser muy largo. Los familiares, van a asistir con estupor a las peleas entre las compañías de seguros, que sin importarles demasiado los sentimientos de los damnificados, van a poner encima de la mesa todo tipo de argumentos para que el culpable sea el otro y así pagar lo menos posible. “Que si Lufthansa sabía”, “que si Lubitz no había dicho”, “que si ha habido negligencia médica”, “Que si Lubitz le dio diuréticos al comandante”, etc, etc.
Al tiempo!!

miércoles, 15 de abril de 2015

#NoALaFinalEnElBernabeu



Ya se ha jugado el clásico y no ha pasado nada, el país sigue funcionando y el campeón de liga no esta decidido. Y por fin, ya tenemos campo para jugar la final de la copa del Rey.  Esa final donde se van a reunir 70.000 vascos y catalanes, a mancillar los símbolos patrios y a pitar al Rey; la final de los separatistas.
Athletic y Barcelona se verán las caras en el Nou Camp el 30 de mayo. Es una final, que en el reino del chotis, parece que molesta a bastante gente. Una final de la que se esta haciendo un uso político muy poco adecuado, ya que casi nadie de los que opinan el respecto, habla de futbol.

Por mi parte y si los aragoneses nos dejasen, nos juntábamos un día a medio camino entre Euskadi y Cataluña, un par de decenas de vascos y catalanes y en tres o cuatro jornadas, reconstruíamos el viejo San Mames. Jugábamos la final (que ganaría el Athletic por supuesto) y no tendríamos ningún problema, no sería un partido de esos que llaman “de alto riesgo”. No habría que llevar ni fuerzas del orden ni nada que se le parezca. Después de un par de días de celebraciones todos juntos (ganadores y perdedores), y con una resaca de las que hacen época, quedábamos para desmontar todo y al finalizar, cada uno a su casa.

El Rey,  si no quiere venir para que no le piten, que no venga. Si esto supone que no hay copa, tampoco habría pegas, que se la quede Florentino. Si Florentino no la quiere, que se la entreguen a Esperanza Aguirre. Esperanza sabe de futbol, tanto cómo del aborto o sobre cómo ser un buen agente de movilidad.
Yo creo que aguantar la pitada va con el cargo. Eso dura un par de minutos, pero luego se impondrá la fiesta del futbol.

En fin…

PD: Para acabar, gracias a los periodistas del programa de “La Ratonera” del canal de televisión  Alerta TV, por llamarnos cerdos a vascos y catalanes y por seguir creando conciencia de país en Euskadi y Cataluña.