Pues parece que si, amigos. Las prostitutas de Dinamarca están de
enhorabuena. Una iniciativa particular ha conseguido que las ambulancias de Copenhague tengan más usos de los que
comúnmente conocemos. Michael Lodberg Olsen, ideólogo de esta iniciativa,
ha convertido una
flota de ambulancias, aparcadas en sitios discretos (pero no apartados), sin
luces ni sirenas y sin que llamen la atención, en lugares seguros para
prostitutas que trabajan en la calle. A partir de ahora, a las ambulancias ya
no las vamos a relacionar exclusivamente con dolor, enfermedad y urgencia. El
"sexelance" que es cómo se ha bautizado la idea, puede no ofrecer
mucha comodidad para el desahogo, pero
se ha convertido en un lugar seguro y
discreto para el sexo. Las agresiones a las prostitutas que trabajan en la calle y que utilizan las
ambulancias, han descendido de forma muy evidente.
Las ambulancias en su interior, advierten a
los usuarios /clientes, de que los voluntarios (que están vigilantes en las
inmediaciones), llamarán a la policía a la primera señal de violencia y anima a
las prostitutas a denunciar si son víctimas de trata de blancas.
A nivel general se conoce (datos más o manos similares en
la mayoría de países europeos) que el 40% de las prostitutas que buscan sus
clientes en las calles han sufrido de amenazas, han sido acosadas con violencia
y en muchas ocasiones han sido agredidas. Pero en un burdel, son sólo el 3% las que sufren este tipo de
situaciones. Así que es muy difícil para las profesionales del sexo conseguir
espacios seguros para poder trabajar y por supuesto les es prácticamente
imposible alquilar o contratar guardias de seguridad. El uso de las ambulancias
es gratuito y se mantiene gracias a las donaciones de los ciudadanos que quieren colaborar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario